Los que fuimos (fragmento)






miro el techo. evoco el sueño con el aburrimiento y el vacío. la única hora que conozco es la madrugada. la única hora del día o la noche, es la madrugada. la madrugada es la última hora. la madrugada es una migraña tierna, lloviéndose sobre las cosas. la madrugada es asma infantil, tanteando desde adentro las posibilidades de la debilidad. la madrugada es una boca que sufre, un labio roto, un diente partido. la madrugada es masturbación. la madrugada es el frenesí de los cuerpos que quiebran su palabra. la madrugada es el techo mirado, agrietado y deseado. la madrugada es crear una mujer que se escapa. la madrugada es suicidio. la madrugada es un infierno musical, lugar de las aventuras perdidas, de los engranajes, de la desesperación, donde lo bello y lo triste conjugan una vida breve y posible hasta las últimas consecuencias. la madrugada es el tiempo de nacer y abrazar. la madrugada es sombra de liberación, caída libre y soluble. la madrugada es invocación. la madrugada es el interior de las cosas. la madrugada es el fondo. la madrugada es babia. 













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