Los que fuimos (fragmento)







      foto: estoy sentado en una silla de caño. adelante mío, un atril sostiene un marco de madera (es una ventana). más allá, el río, el horizonte, la lluvia.
veo los días pasar como carrozas rojas. paso a través de los días. a veces siento un movimiento de aguas en mi interior. generalmente es cuando algo debe ser escrito. a veces siento que viajo más rápido que un cometa, más rápido que Superman. lo suficientemente rápido como para a travesar un planeta sólido. entonces deseo atravesar el sol como un rayo imparable.
      foto: mi nunca encuadrada en el marco de madera.
miro las cosas y no las entiendo. cada objeto se delinea y se separa del fondo. a la vez me siento unido a todo, como si las líneas de mi mano se extendieran como telaraña y dibujaran las cosas. acaricio la pared y siento la caricia en mi nalga izquierda. susurro, casi para adentro, y la hojita de una planta vibra suavemente. miro las cosas: sombras siluetas manchas, las nubes el agua la lluvia, los cuerpos el pelo el vello. lo escribo todo, o casi todo. miro los días pasar, sin sorpresa ni sobresaltos, como nubes con formas graciosas y misteriosas. la vida es hermosa. siento cada instante que me toca sentir. pretendo que todo experiencia sea un haiku. a veces, sí.
      foto: mi cara, de frente, encuadrada en el marco de madera.
soy una estatua de ceniza mirando a través de una ventana flotante un paisaje que se abisma y rechaza las orillas. te toco y se desarma  la lluvia. sombras corren por la línea que separa el norte del sur, como si fuera una cuerda floja. todo brota espontáneamente de mí y cruza la ventana hasta el otro lado.
      foto: la lluvia moja la sombra.
















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