Tratado Sobre una Silla Vacía -fragmento-





no puedo decirte lo desahuciado que me sentí cuando te fuiste habría invadido todos los parques por encontrarte habría desarmado todas las caras por encontrar la tuya bajo cada disfraz pero me dejaste sin manos hundido en el desconcierto y el silencio desprovisto de todo sol posible te juro que había visto el día como una prolongación de tu cara o tu espalda la tercera pierna que te caminaba hasta mí o un puente increíble que me llevaba a vos en cualquier caso era el día y tenía tu olor tu insinuación de amor y la resignificación de la noche te veía a contraluz del verano y me acercaba como una lágrima hasta desaparecer en tu boca por más de que tu boca fuera lo inalcanzable pocas cosas importaron cuando desapareciste evaporada en la imposibilidad y reformulando tu cara en la angustia en ojos hinchados que no podían ver y manos desbaratadas lejos de la masturbación confieso que así quise verte en el pasado y así te deseé después quería verte borracha y llena de tierra acabada y el rimel en las mejillas trazando la cicatriz quería arrastrarte a mi mundo hundirte en la vejez de mi corazón hacerte a mi imagen y semejanza y desapareciste pero que si te hubiera llamado la muerte el vagabundeo los presagios las insinuaciones de un retrato que aún busco los poemas leídos al azar una soga al cuello una imposibilidad de huir de ésta ciudad que no te contenía más un calabozo edificado entre las manos todos los lugares representando lo que no está ni siquiera la sensación de una ausencia un pasillo hacia otra casa que recordaba tus huellas descalzas un par de medias desprolijas una habitación sin nada una ventana hacia el todo una mujer dulce del otro lado de mí y el cansancio el invierno irremediable lleno de tabaco y melodías de saxo ingreso a la memoria al olvido a un país sin sombras un país solitario que compartía con ella sin nombrarla sin nombrarte sin nombrarme abandonarlo todo y llenarme de viento abandonarlo todo y quedarme abandonarlo todo y ceder a la vida de una persona que se sabe persona simpatizando con el alcohol y los pájaros en las plazas simpatizando con las cosas tiernas que se ubicaban en el lugar de las tazas de café frío y las medias abandonadas en la casa vacía éste o de ése lado yo era un fantasma y de éste o ése lado yo era una persona de éste o ése lado yo estaba tan lejos de vos como le era posible a un loco de éste o ese lado yo no estaba más cerca de vos que ese loco en todos lados estaba yo como una omnipresencia que representaba todo lo contrario acerca de vos y descubrí que yo era más y que no me importabas sólo un cuerpo que expresaba más que otros un cuerpo que yo debía retratar y descubrir en un espacio de reconocimiento ajeno al tuyo porque yo vivía donde vos no estabas siempre viví donde vos no estas siempre te miré desde el otro lado y desde ahí provenía mi caricia o mi llamado como una invitación a la noche a darte vuelta y doblegar lo que tenías de persona romper con el nombre en boca de los demás y extraer de tu garganta el grito que te nombrara y sólo así el retrato sería sincero sólo así el retrato valdría algo no puedo ver algo más difícil ahora en tu negación está la derrota y en mi aceptación la libertad y ninguna de las dos llega este discurso sin sentido es un síntoma en mi indiferencia y mi indiferencia es síntoma de lo irremediable de éste retrato que jamás te inmortalizaría y en este umbral donde ni siquiera cabe la desnudez apenas llego a vislumbrar un futuro que no trasciende a mañana














     

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