la vida invisible en Orestes

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(en construcción)


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el sueño se disuelve o se rompe como un tesoro, como un vidrio y quedan restos húmedos sobre la almohada y la sabana, charcos de sombra, borra de piel,pedazos muertos, como hojas secas, de pequeñas vidas imaginarias y residuos detiempos interiores
como un vidrio. la desgracia de abrir los ojos por primera vez y ver, otra vez, el lugar del cautiverio
leit motiv de la masturbación: ménage à trois: piano chelo violín. una ceremonia: la mujer caminando hacia el balcón de la casa, en la noche, enciende un cigarrillo a pesar del viento. en otra habitación, un muchacho con el cuerpo en una cama, semiderrotado o somnoliento. otro a su lado, de pie, fumando. lo escucha vagamente. cree en sus palabras, cree cada palabra de lo que dice. es otra cosa, algo menos, algo que resta. no cree en él, como no se cree en Dios- mientras la música y la muchacha en el balcón espera. espera a que uno de los dos se acerque (no se sabe a cuál de los dos). y un lago. en otro tiempo, no se sabe si antes o después. el lago de día, y ellos tres en un momento no muy distante en la alegría. llenos de secretos que la música revela con su propio lenguaje. ceremonias calladas. vidas jamás compartidas. ella tiene el pelo largo, los ojos más oscuros, la boca inmaculada. él (el derrotado) finge una desesperación para que no se note la otra. el otro, tiene una fuerza en los ojos y los brazos que logra incomodar o atraer. la forma de unirse es incomprensible y asimétrica. cada uno abarca al otro y lo repele. como una constelación contradictoria. se nota en la incomodidad superflua, en las miradas sin camino y las palabras que salen como de un placard. los tres están hechos de recuerdo prematuro. los tres tienen lugar tan sólo en la memoria del otro, de los demás. viviendo cada momento como si ya hubiera pasado hace años. un déjà vù olvidado, casi insignificante, casi inevitable. con un valor incomprensible y secreto que sólo la música 















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